El futuro no existe
No, no, no, por más impaciente que seas, tienes que recordar que todavía no existe. Existirá y es bueno planificar un poco las cosas, pero siempre hay que estar preparado para que ocurrir cualquier imprevisto. Sin olvidar que puede suceder lo contrario de lo previsto.
La única realidad es el presente, así que no merece la pena obsesionarse como un loco y proyectar del futuro todo lo malo o bueno que pueda ocurrir. En el pasado me obsesionaba intentando anticiparme a los hechos, y siempre me generaba una ansiedad gratuita. Es importante preocuparse por evitar la muerte, porque todo lo demás sólo debe ocuparnos.
También tenemos que aprender a aceptar y superar el pasado (¡desapegarse!). Mucha gente sólo vive en el pasado, y piensa que jamás podrá vivir todo lo bueno que ya vivió. Bueno, es una curiosa idea, pero es tan real como la queramos hacer. Cuando más lo pensemos, más nos convenceremos, y dejaremos de intentar mejorar nuestro entorno para ser más exitosos y felices en la vida.
Algunas personas mencionan que sólo es necesario vivir el presente a cada momento, dejar de preocuparse por el pasado o por todo lo que pueda llegar. A mi juicio, vivir demasiado el presente puede llevarnos a dar vueltas de un lado a otro por inercia, estando súper presentes, pero olvidando dónde queremos llegar. Prefiero planificar (o soñar) de vez en cuando el futuro, quizás una vez al mes o al año. Marcar líneas generales de por dónde quiero que vaya mi vida. Siempre sin olvidar el pasado, porque podemos caer una y otra vez en los errores del pasado. Vivir el presente con nuestros sueños definidos, y sabiendo que podemos adaptarnos a nuevas situaciones.
Con intensidad, y con alegría. Nunca sabes cuándo puede ser el último día, pero ¿te atreves a crear el futuro de tus sueños?
Saludos,
