miércoles, 28 de diciembre de 2011

Herederos hay muchos, sucesor hay uno solo.

Herederos hay muchos, sucesor hay uno solo.

Por Ernesto Beibe

Hay planteos dentro de las Empresas Familiares que son más comunes de lo que uno cree, y que aparentan no tener soluciones fáciles, al estar tan mezclados los sentimientos personales y familiares, con las situaciones reales y del diario manejo y futuro de la empresa.

Donde muchas veces hay hijos que no participan de la actividad diaria, pero cobran "sueldos de hijos", más por una errónea decisión de los padres, que por un pedido de los propios hijos.

Se confunde equiparamiento, justicia, igualdad de herederos que concurren a una sucesión ( desde el punto de vista legal) a la idea del sucesor de la empresa, rol negociado entre el fundador, y, justamente a quien le va a tocar seguir con ella.

El mundo no es igual para todos, esto es una enorme verdad de todos los tiempos, y no es lo mismo lo que debe cobrar un hijo que trabaja en la empresa en contraposición de aquellos que usufructúan dineros salidos de la empresa, pero sin contraprestación de tareas para la empresa.

Esta inequidad lleva a que una vez que desaparece el fundador, todos se sientan con el mismo derecho de intervenir en la empresa, especialmente en sus decisiones y obtención de ganancias, dificultando la acción del que realmente ha quedado a cargo.

Veamos un ejemplo de una empresa tipo, de las que como Mentor trato a diario, en su problemática y su resolución.

Por una cuestión legal, bienes gananciales, el Fundador comparte con su esposa el 50% de las acciones de la empresa.

El fundador esta en la gerencia activa, su esposa no pisa la empresa.

Tienen tres hijos, un hijo varón, el menor, que se formo junto al padre y trabaja con el, en un rol prácticamente de igualdad frente a las decisiones y manejo de la empresa.

Sus dos hermanas mayores, profesionales, casadas, reciben ambas "sueldos de hijas" (especialmente cuando hay nietos del fundador de por medio), tampoco conocen ni les interesa el manejo de la empresa.

Frente a la desaparición del padre, podrían darse las siguientes circunstancias:

La madre tiene el 50º% de las acciones y se quiere integrar a la empresa, casi a la fuerza, porque ansió este lugar toda la vida sin poder lograrlo.

Las hijas tienen una cuota parte del otro 50%, pero se creen con derecho a opinar porque se "confunden y creen tener el 33% de la empresa cada una, con la consiguiente "democracia" de tomar decisiones conjuntas con quien dirige realmente la empresa.

El hijo que dirigía hasta este momento ve cuestionada su autoridad en forma permanente, y comienzan a aflorar entre todos los sistemas de competencias, celos y envidias de los años de la niñez en familia.

Todo en el terreno de la especulación, intentaran integrar a sus maridos, o querer retirarse y vender su parte, o querer vender la propiedad donde funciona la empresa, se aliaran entre si, o con la madre, o se plantearan otros escenarios de conflictos que seria enormemente largo y engorroso tratar de enumerarlos aquí.

Por otro lado, el hijo menor, ingeniero, es el único que conoce el negocio como para darle continuidad no solo por estar hace más de quince años en ella sino también por su capacidad.

Ni sus hermanas, ni su madre, ni sus cuñados son de extracción ni técnica ni administrativa que puedan aportar nada a la empresa.

Por supuesto que hay mecanismos legales para poder sortear estas crisis familiares dejando indemne a la empresa, (fideicomisos, protocolos familiares) pero estos temas son del terreno de los abogados, y no de la competencia del Mentoring Empresario.

El Mentor debe anticipar estas situaciones y ayudar a comprender y prever el inexorable paso de esta familia por esta crisis vital frente un fallecimiento de quien detenta la doble función de padre y a la vez fundador de la empresa.

Preparar a un sucesor no es cuestión de meses, sino de años.

No solo el padre debe querer que, lo sucedan, sino que también el hijo debe aceptar sucederlo.

Durante los años de "crianza" de un sucesor, el rol del fundador de la empresa no es solo el transmitirle la forma de hacer negocios o delegarle partes de autoridad, poder y liderazgo, sino también deberá transmitir su escala de valores y creencias, y el rol del sucesor es aggiornar la empresa, instalarla en los paradigmas de las nuevas generaciones.

Desde el punto de vista de la delegación de mando, aunque el fundador crea que no se va a morir nunca, debe, no solo efectivizarla, sino que le debe dar al resto de la familia claras señales de lo que decidió en vida y con la facultad que tiene de decidir quien y como lo van a suceder.

En esto no tiene que haber ambivalencias ni dudas, porque este es el lugar que puede llevar a la empresa a la desintegración si no se cuida este detalle.

No dejar marcado claramente a su sucesor, en todos los casos es dejar una bomba de tiempo, que desde el Mentoring Empresario desaconsejamos, porque es el caldo de cultivo de "apoderamientos" como los que nombre anteriormente.

Según la forma societaria que tome la empresa, los herederos podrán ser accionistas, pero nunca gerentes operativos como el sucesor.

Es importante remarcar que herederos hay muchos, pero sucesor hay uno solo.

Si efectivamente alguien quisiera vender su parte, como y cuando debe estar claramente explicitado dentro del contrato social de la empresa, así no se generan sorpresas y cada cual sabrá a que atenerse en tiempo y forma.

Esto es extensivo a la venta de la cuota parte de los inmuebles.

No existe de ninguna manera la posibilidad de tener "sucesores compartidos" porque a la hora de las decisiones, siempre hay UNO que debe tener la última palabra.

Si no la empresa entra en un sistema de confusión y de dudas, y las dudas son lo que más caro se paga, mucho más caro que cualquier equivocación.

Por eso, frente a la opción de que la madre tome el mando y haga "hablar a su finado esposo": Papá hubiera querido tal o cual cosa, o que las dos hermanas de la empresa en cuestión quisieran ponerse ellas o a sus virreyes a tomar el mando, inexorablemente habrá un conflicto serio familiar y el peligro de la disolución de la empresa, y con ello la pérdida segura de años de trabajo e inversiones.

Queda claro que la absoluta responsabilidad de que esto suceda o no, está en manos del fundador, primero entendiendo que su vida es finita, y segundo que las cosas que no se aclaran lleva a crisis difíciles de remontar.

El trabajo del Mentoring Empresario, es hacerle comprender a el y a su familia, que debe haber una diferencia en sueldo y status de quien trabaja dentro de la empresa, y de quien no, clarificar los roles, y dejar asentada la voluntad de quien y cómo seguir adelante con la empresa el día que el falte o simplemente, se discapacite, o mejor aun, que decida dejar de
trabajar y pueda ocuparse de un nuevo proyecto vital que seguramente le agregara años de lucidez y de vida.

Autor Ernesto Beibe- Mentor – www.mentoringempresario.com





Saludos,




viernes, 23 de diciembre de 2011

Los formalismos, el peor enemigo de la eficacia

Los formalismos, el peor enemigo de la eficacia

por Lucerito

La empresa tiene una necesidad constante de estandarizar y simplificar procesos y cauces de comunicación mediante la aplicación de protocolos de actuación y vías de comunicación, lo que en muchas ocasiones redunda en 'formalismos' que lastran sobremanera la eficacia, al complicar nuestro objetivo de conseguir lo que buscamos al anteponer la forma al fondo de la cuestión que se quiere gestionar.

Aunque esta situación es más propia de una gran empresa que de una pyme, la irrupción de estándares como normas de calidad (todos sabemos cuáles son), gestión y otros aspectos de forma que exigen determinados sellos de 'calidad', hacen que suceda con mucha frecuencia.

El problema es que estos formalismos son bien acogidos por la sociedad empresarial, e incluso son vistos como el culmen de la excelencia (o al menos se venden como tales) al intentar hacernos creer que con ello se puede estandarizar y encasillar las distintas contingencias que se pueden presentar en el día a día, con el inconveniente de que se aplican procedimientos demasiado sesgados para problemas heterogéneos e impredecibles.

En consecuencia, las empresas deben plantearse si son necesarios estos formalismos, quedándose solo con las cuestiones positivas, y evitar dejarnos engañar con que el control riguroso de los procesos de producción y de nuestra gestión será mejor cuanto más protocolizados y estandarizados tengamos los procedimientos. Porque la producción, la prestación del servicio y la gestión son 'algo vivo' que evoluciona con el tiempo, y lo que tenemos que tratar es de agilizar las gestiones para evitar detenernos por estos formalismos que no nos llevan a ningún sitio.

Fuente http://www.pymesyautonomos.com/management/los-formalismos-el-peor-enemigo-de-la-eficacia


Saludos,




lunes, 19 de diciembre de 2011

10 Cualidades de los mejores Líderes

liredazgo: 10 Cualidades de los mejores Líderes: Lidera con el ejemplo; por lo tanto sirven como ejemplo para los demás D esarrollan una “ visión ” de futuro; por lo tanto son un senti...

Cambia de Estrategia


Cambia de Estrategia

Dicen que una vez, había un ciego sentado en un parque, con una gorra a sus pies y un cartel en el que, escrito con tiza blanca, decía: "POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO".

Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio la vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio. Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.

Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna. Ahora su gorra estaba llena de billetes y monedas.

El ciego reconociendo sus pasos le preguntó si había sido él quien re-escribió su cartel y sobre todo, qué que era lo que había escrito allí.

El publicista le contestó: -"Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras".

Sonrió y siguió su camino. El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: "ESTAMOS EN PRIMAVERA, Y… YO NO PUEDO VERLA"

Moraleja
Cambiemos de estrategia cuando algo no nos sale, y verás que puede que resulte mejor de esa manera.













Saludos,




domingo, 11 de diciembre de 2011

Resiliencia



Resiliencia

por Mónica Florencio Carrera

uando escuche la palabra Resiliencia por primera vez, pensé, probablemente esa persona se confundió y su intención era usar otra palabra para hacer mención de sus deseos. Posterior a ello en la oportunidad que tuve de descubrirla y a continuación cito la descripción de ella hecha por Edith Grotberg.

"La Resiliencia se entiende como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas".

Esta se sitúa en una corriente de psicología positiva y dinámica de fomento de la salud mental y parece una realidad confirmada por el testimonio de muchas personas que, aun habiendo vivido una situación traumática, han conseguido encajarla y seguir desenvolviéndose y viviendo, incluso, en un nivel superior, como el tarumá vivido y asumido hubiera desarrollado en ellos recursos latentes e insospechados. Es una fuerza que se genera en ellos, como resultado a las vivencias tenidas, son personas que realmente pueden volverse ejemplo de vida, por la actitud que toma ante la vida, después de sucesos sumamente inesperados.

El concepto de personalidad resistente aparece por primera vez en la literatura científica en 1972, en relación a la idea de protección frente a los estresores. Son Kobasa y Maddi los autores que desarrollaron el concepto, a través del estudio de aquellas personas que ante hechos vitales negativos parecían tener características de personalidad que les protegían.

En México el término retoma el modelo del escudo de la Resiliencia, haciendo alusión al escudo nacional, donde el águila representa la fortaleza interna, la serpiente los riesgos de vida, el nopal la adversidad y el doble corazón, la trascendencia humana.

Es por ello que se ha establecido que las personas resilientes tienen un gran sentido del compromiso, una fuerte sensación de control sobre los acontecimientos y están más abiertos a los cambios que se susciten en sus vidas, al mismo tiempo que tienden a interpretar las experiencias estresantes y dolorosas como una parte más de la existencia.

Pilares de la Resiliencia

A partir de la constatación de la no aparición ni capacidad en los sujetos, dependiente de la interacción con su entorno, se inició la búsqueda de los factores que resultaran protectores para los seres humanos, y se nombran algunos de los estimulantes para esta actitud:

Autoestima consistente: que es la base de los demás pilares y el fruto del cuidado efectivo consecuente de un menor por un adulto significativo, bueno y capaz de dar una respuesta sensible.

• Introspección: es el arte de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta y esta depende de la solidez de la autoestima con que cuente la persona.

• Independencia: se define como el saber fijar límites entre uno mismo y el medio con problemas, es la capacidad de mantener distancia emocional y física sin caer en el aislamiento.

• Iniciativa: es el gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente más exigentes.

Creatividad: es la capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y el desorden, se dice también que es el fruto de la capacidad de reflexión, se desarrolla a partir del juego en la infancia.

La Resiliencia se teje, no hay que buscarla solo en la interioridad de la persona, ni en su entorno, sino entre los dos, porque anuda constantemente un proceso intimo con el entorno social. Esto elimina la noción de la fuerza o debilidad del individuo.

 

Autora Mónica Florencio Carrera - moni_kjcarrobahotmail.com

Licenciada en Contaduría por la Universidad Veracruzana, saliendo en el año 2010. Trabaje en mi área durante 3 años administrando una estancia infantil y 1 año en el Instituto Mexicano del Seguro Social para el sector de Oportunidades como promotor de acción comunitaria. Teniendo la oportunidad de tener personas a mi cargo y de tomar decisiones en beneficio de la organización. Maestría en Ingeniería Administrativa del Instituto Tecnológico de Orizaba.




Saludos,




miércoles, 7 de diciembre de 2011

Los 4 tipos más frecuentes de autosabotaje


Los 4 tipos más frecuentes de autosabotaje

Muchas veces me escriben personas o me comentan clientes que no consiguen sus objetivos, que abandonan en mitad de un proyecto, que no encuentran motivación y un largo etcétera de cosas parecidas. ¿Te ha pasado alguna vez? Aunque en muchos casos el principal obstáculo es que no tienes claro lo que quieres, otras veces el problema eres tú misma, que saboteas tu éxito debido a algún miedo. Estos son los cuatro tipos de autosabotaje más frecuentes.


  1. No acabar las cosas. Empiezas muchas cosas y las dejas a medias, o bien le dedicas mucho trabajo y esfuerzo a algo y cuando estás a punto de acabar, lo abandonas con cualquier excusa. Y no me refiero sólo a no acabar tareas o proyectos, este tipo de sabotaje puede afectar también a tu carrera profesional: dejar un trabajo justo antes de un posible ascenso, abandonar una carrera casi al final, etc. La explicación es sencilla, si nunca acabas nada no tendrás que enfrentarte a la posibilidad de fracasar, de no estar a la altura, o de cometer errores. O a la posibilidad de no saber lidiar con el éxito. Claro que tampoco descubrirás el placer de conseguir tus objetivos y de demostrarte a ti misma que sí estás a la altura, que eres competente e inteligente.

  2. Posponerlo todo hasta el último minuto (procrastinar) . Esta es muy común también, yo misma peco de ello de vez en cuando. La razón "oculta" es sencilla, si lo dejas todo para el final y no te esfuerzas todo lo que puedes siempre tendrás esa excusa si las cosas no salen del todo bien, es una especie de escudo protector de tu supuesta ineptitud. No sea que le dediques todo el tiempo y esfuerzo, no salga perfecto y se descubra que no eres competente. Por supuesto, también hay otras razones como que simplemente no te guste nada la tarea, y la retrases lo máximo posible. Pero, en general, es miedo al resultado final.

  3. Perfeccionismo. Ese viejo conocido… O está perfecto o no se hace, para ti si no está perfecto está mal y empleas (o más bien pierdes) muchísimo tiempo en revisiones, en aprender más. Con esto consigues no acabar las cosas y estresarte. Como no sé hacer esto a la perfección, no lo hago (evitas correr el riesgo de fracasar o de no estar a la altura), hasta que esto no esté perfecto no lo envío (horas innecesarias de trabajo y estrés). La solución no es fácil pero es sencilla: arriesgarse. Primero con pequeñas cosas, para ver que no pasa nada si no es perfecto, que bueno es suficiente y que es mejor tener las cosas en marcha que tenerlas paradas esperando a que sean perfectas. Se puede conseguir y te lo digo por experiencia, como comentaba en una de mis sesiones, los primeros artículos los repasaba mil y una veces, tardaba muchísimo. Ahora me he relajado un poquito y hasta la fecha nadie me ha linchado ; ) A veces te saldrá mejor, a veces peor, es normal. Nadie es perfecto y es muy cansado aspirar siempre a la perfección.

  4. Poner excusas. Soy demasiado mayor, soy muy joven, no tengo dinero, las cosas están muy mal, no tengo tiempo,… Son simples disfraces del miedo. De sobra sabes que hay personas de todas las edades que han conseguido lo que se proponían, y sabes que cuando algo es importante para ti encuentras el tiempo y la forma de conseguirlo. Haz de tu objetivo tu prioridad y déjate de excusas.


Estos son algunos de los métodos que tienes de sabotear tus objetivos (especialmente frecuentes en los casos del síndrome del impostor), es normal y no eres la única. Este tipo de actitudes tienen su beneficio, te protegen del fracaso, de no quedar en ridículo y de todos tus miedos, pero también tienen su precio… Lo importante es que seas consciente de los métodos que utilizas, del miedo que se esconde detrás y del precio que estás pagando. Así que en cuanto te descubras poniendo en práctica alguno de estos métodos pregúntate por qué te estás comportando así y qué precio estás pagando. ¿Si no tuvieras miedo y supieras que no puedes fracasar, qué harías? Pues déjate de excusas y hazlo.






Saludos,




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