Toma de Decisiones. Miguel Angel Ariño
Si bien es cierto que la alta dirección debe tomar las decisiones estratégicas, no es menos cierto que los buenos directivos tienen que preocuparse también del día a día de su empresa. Tienen que estar enterados de lo que está pasando.
El directivo que no está al tanto de la operativa diaria de su empresa corre el peligro de establecer una estrategia muy bien pensada, pero que luego sea casi imposible de llevar a la práctica porque los intereses, motivaciones y capacidades de su gente, que son los que han de implantar esa estrategia, pueden estar muy poco alineados con lo que pretende el directivo.
Desde que empecé a trabajar en el IESE, hace ya 26 años, siempre oí que es mejor una buena implantación de una estrategia, aunque esta no sea la mejor posible, que una mala implantación de la mejor posible estrategia. Consejo por tanto para la alta dirección de las empresas: preocúpate tanto de las decisiones operativas como de las decisiones estratégicas. Un directivo que no conoce bien el día a día de la empresa no puede ser un buen directivo. Los directivos mediocres se escudan en que su puesto de alta dirección les exige estar solo pendiente de las decisiones importantes. En el fondo utilizan este argumento para enmascarar su incompetencia.